Apreciado dios.
“Estoy llena de muertes. Muertes que pasan como sombras por mi rostro. Muertes que huyen y que nunca alcanzo.”
Antonia Palacios
Estoy aquí de nuevo, con los brazos abiertos hacia el misterio que debo develar sin ayuda. Sabes, los amigos regresan con un montón de retrocesos que no comprendo; siento que no viven, que se destruyen en un instante por cambios mal vistos y sin la escala de la palabra importancia. La misma que se cruza en este instante por esta mente dada y llena de palabras de los sinónimos y antónimos de ella misma.
Siempre termino escribiéndote, aunque nunca tengo repuestas de los códigos que nos das cuando entramos en etapas de cambios, se asumen, porque se puede pensar que es lo mejor. Siempre he sido una mujer de retos, he cumplido muchos y quizás más de las metas que me trazado en mi vida. Aclarando que muchas de mis ideas, se quedaron en puro pensamiento, en imaginaciones, sin embargo cuando uno toma conciencia de lo que es, surge desde adentro y no desde afuera. Quizás, nunca te dije el por qué de ser como soy, quizás, eso de estar callada, ha sido bueno, pero por un tiempo. Por eso he estado, y a raíz de los cambios de sus giros, he girado, sin dejar mis metas y mis deseos. Eso es normal en un ser pensante, que no vive de apariencias, y que dice las cosas como realmente son, quizás, por esa manía de observar lo que proyectan desde lo externo de la manera que el misterio las devela su muerte, quizás por un signo, quizás no desean que fuesen tan soluble y a la vez tan esquiva de las glorias que construyes desde el silencio haciéndome tejer y destejer los mismos signos en distintos espacios; eso es natural por la misma tracción de los polos en los entes humanos. Bien, si el ser busca la autenticidad, se es más realista, a la vez menos sentimiento, más razonamiento, no hay un equilibrio bien, desde allí se puede caer en quimeras, entonces, si escojo ese camino sería una gran falsificadora, una estafadora de vida, quizás no tendría importancia porque ser además sombra, no es ser buen árbol, se pude ser, y puede ser un detalle sin importancia.
Bueno, estas líneas, es como volver a llover, hasta siento el frío de las mismas, porque siempre estoy como justificando lo que debo saber y no lo que desean pensar de mi. Eso ya no es importante y sabes dios, que estoy pensando, he escrito mucho a otros, he hablado, sin embargo, desean saber más de lo que sé de ti, casi nada, pero si estás vivo en la vida de muchos, por estos lares se la pasan sólo creyendo que tu le vas arreglar los líos por no pensar con coherencia, con visión de largo camino futuro, sino por el instante presente, lo demás no cuenta, no es importante. Mas, he pensado que las cosas cuestan y no son olas que vienen solas, hay que ir a buscarlas y una de ellas se perdió en tanto darle. No importa, sabes que de muchas he salido, sombras vienen sombras se van, pero perder, es algo tan natural que te puedo decir que es la lección más aprendida e importante que viene de ti.
Lo demás, son antojos, son visiones, quizás soy un sueño nunca realizable porque no cruzo lo físico que bien caído va desde su raíz. Soy una heredera pero me acerco al pasado y vida me diste para crear…, ahora cierro la puerta, voy por mí o vienen por mí, y sé que no serás tú.
Bien, me despido esperando siempre justo la lluvia que comienza a caer por aquí, bueno creo que todo lo sabes, sin embargo, siempre mirarás los nortes y yo los horizontes en similitud de beber la vida.
Un gran abrazo por donde quieras que estés mientras yo sonrío….
Milagro Haack
De: Carta de pasar en silencio
De: Carta de pasar en silencio
Siempre te sigo en voz baja
ResponderEliminarun abrazo