No se le olvide, los demonios están sueltos
“Siempre he considerado un acto miserable mendigar la vida como un favor.”
Reinando Arenas
Buscando un remedio casero para la faringitis, y así, poder quitarle la
ronquera, por los virus disfrazados, no se puede ingerir antibióticos; bueno,
virus, diría, plagas por la contaminación, los gases de las bombas y otras
hierbas, inducidas por el norte, como se escucha, se lee en las redes sociales
y en algunos diarios del país.
Un norte comprador del petróleo, un norte girando lejano de nosotros. Vaya que si hay penuria reflexiva. Sin embargo, el virus, antes, lo conocía como una infección en la garganta o angina y no de pecho. Muy molestosa, por cierto; te duele, no puedes hablar. Vaya miseria, no poder decirle las cuatro verdades, a algunas personas. Vaya que amargo debe ser para ti. Sigo buscando, dicen que es bueno el jengibre; pica mucho, sería amable recomendarlo como ungüento para la hemorroide, con un poco de pimienta.
Así, se va pasando el día, después de la visita al médico, el cual indica que tome mucho líquido y Atamel, si te complicas o sientes otra cosa, ya sabes, si doctor ya sé, grito. Grito al fin, que no se pudo emitir, porque saliendo del consultorio, quedaste afónica. Vaya que si es de terror. No todo, es del otro mundo, a no ser, que de tanto vagar en reposo, regresen los demonios y no puedas hacer ciertos movimientos, como voltearle el rostro hacia su propia ignorancia.
Citan, que hagas gárgaras con limón y sal. Eso alivia. Aunque creo que esa
vaina, te dio por ir al pueblo donde, incluso el diablo se regresó. Digo, ya
que te viniste sin poder cantarles, y no canciones de amor a todo el movimiento
telúrico, arcaico, molestoso hasta para perder el tiempo. Siempre es así.
Adulteran la historia de vida, insultan tu inteligencia y ninguno de tus puños
se movió. Qué cosa, ahora sin voz. No seas, babosa, no busques, lo que no se te
ha perdido. Igual, doy misa sin iglesia, cuando devoro muros. Comprendes, media
sombra. No te quedan bien los chistes. No es lo tuyo. Vaya, no soy chistosa,
eso lo sé de buena fuente. El agua bendita se me acabó desde hace largo rato.
Un momento, el hecho que a la hora de mis reflexiones convivas conmigo, no
te da derecho a murmurar así. Estás aquí porque yo lo admito. Siempre molestas,
siempre despiertas el río atascado en tu vestido azul con altos silencios. Eso
es lo que necesito, silencio, que ni suene una hoja, menos que pasen carrozas a
esta hora uniéndose con el almuerzo, por el guarda cuero, muy bien tallado
en papiro incienso.
Ser huérfana, criada por unos abuelos, cerca del mar. Es interesante, seguir el inculto personaje, que de la noche a la mañana se vuelve millonaria. No soporto, la idealización, de un millonario casándose con una pobre diabla. Me da mucha risa, esa mira mar, a mi me gusta es la de amor real. Espérate ya en un rato la pasan. Debes estar súper fastidiada. Me das risa.
Estoy de acuerdo con algunos intelectuales, sobre el populismo: la fuente del no progreso. Así nadie desea tener incentivos, esa sensación de expansión de las ideas, sobre todo cristalizarlas, verlas en la realidad. Las misiones acentúan, esos rasgos: -todo cae del cielo, dejándole la cruz de los problemas a Dios-. Estoy de acuerdo que muchas personas necesitan de las misiones, como las personas de avanzada edad. Las personas realmente necesitadas, siendo, aliciente de superación, activando –conciencia- por esta época.
La vida es otra cosa, si la provocas, enfocando un colectivo, haciendo renacer, la esencia progresista, digo progresista, de forma educativa, que cada paso sea un impulso, un redactar metas. Ser un constructor, evolutivo inagotable, mutando esas pequeñas raíces, clavadas en el subconsciente por tradiciones heredadas.
Colectivo o no, no funciona. La palabra colectivo, tiene otro valor ahora, se asocia a grupos que tienen malas costumbres, están armados, realmente son paramilitares matando a los estudiantes. Los más mentados viven en la capital con piedritas y todo.
La vida, sí, es otra cosa,
es un teatro del cual no puedes escapar. Te piden unos textos poéticos y no los
envías, por qué, porque no son de rosa. La calle posee, betún, sangre, el canto
de los pájaros envenenan la mente, lo social, lo político entra por las venas
de cada hoja, igual, como cualquier víctima diaria.
La vida, es costosa, es macabra como tú sabes quién. No te sugiero al
demonio, sin embargo, el demonio, está presente dentro de los hogares: no hay
harina para hacer las arepas, pero tenemos su Patria. Cuál
Patria, esa no es la nuestra, es la de un grupo que no les falta,
papel tualé, menos, hacen colas kilométricas, sintiendo el final como esa
picazón en tu garganta, ya buche, porque como vamos, somos, animales sociales, pero
ya más no, estamos del lado correcto de la historia y las escorias van a salir
de esta tierra amada por Dios.
La agresividad es la flor del mediodía, lunática, histérica como subirse a un bus con escalofrío en la cartera. Mejor es guardar los churupos como antes, entre los senos y no faciales. Lee en las redes, las mentada de madre, son el pan nuestro por la escasez, además, uno, le da “me gusta”. =))
Ya, ya, vamos con pausa, de esa forma no se llega a ningún lado, yo no termino de decir una cosa y ya estás diciendo otra.
Igual, te doy la razón. Voy a salir,
voy a contagiar de buena fe al primero que se me aparezca en el camino; lo
invitaré, a rezar en la plaza a medianoche, diciéndole los asesinos se quedaron
afónicos, o sea, sin balas, los contagié, por eso no me mataron como lo hicieron
ayer.
Que en el Central hay de todo, para
que se desmoñen por un pote de mantequilla. ¿Te parece bien?, o aún deseas
seguir mirando este lado oscuro de la telenovela. Porque muy de veras, un poco
de maldad, viviendo con el catador del bendito populismo dando sufrimiento por
los siglos de los siglos.
¿Y la faringitis?
Me expropió hasta el pecho.
¡Por los clavos de cristo!, estás tosiendo como un burro, como conversas hasta con el pensamiento. :D =)
Eso no es nada, ahora tú vas a las marchas, yo debo hacer una pausa y no te rías más de mi tos. Te espero en el sitio de siempre, para medir hasta dónde podrán reprimir a nuestro país. Ah y cuidado con los perdigones, las bombas picantes miran que estás tan antigua de cuerpo como yo.
Y no se le olvide, los demonios están sueltos, sobre todo por las
provincias, carente de electricidad. Hoy estamos benditas, sólo para ver la
cara de la pared besándose con el techo.
Milagro Haack
de Recados
menores
Foto de la prensa.
Caracas 26 de abril
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