Amiga Alma

ST. Aguada y tinta sobre papel de Juan Calzadilla.

Amiga Alma

He dejado varios días la repuesta a tu correo. No es por falta de espacio, sino las preguntas que deseas que te responda, dejan algo más para escribirte. Sobre la lluvia, pareciera un llanto interminable del cosmos, digo cosmos porque la siento venir de otros universos saturados de nosotros. Con esto, no aplaco nada sigue lloviendo desbocado en algunas zonas de nuestro país. Aquí lo nublado junto al frío se han estacionado frente a la casa, quietos, sin hacer bullicio, sin embargo, están. Esto me lleva a lo invisible deseado, como tus ideas me dan este complejo contexto, sólo por tener un cuerpo visual. Me imagino invisible por la casa, por este terruño sin sentido, sin alimento propio, mas, no puedo captarme, soy imagen vuelta pensamiento, eso me hace visible, charlando de ese inédito instante, callado, pautado, brotando el sentir logrado por la expresión de leerme, y yo de leerlos.

De la expresión visual, te comento, me regalaron el “Libro de las poéticas” de Juan Calzadilla. Indudablemente un gran libro. Lo estoy leyendo pero te haré algún comentario para volverte visible. Eso es lo nuestro a pesar de todo hay luz y voy con el texto, ya que me impresionó desde el instante que galopé con su Contrapartida

¿Por qué ha fracasado la poesía? Porque ha fracasado el medio impreso tomado como un fin. ¿Y entonces por qué se sigue escribiendo poesía?

- Por llevarle la contraria a los medios y, de paso, a los que no creen en ella.

- No aprende a conocerse. Si aprendiera a conocerse, no escribiría esas estupideces. Tal es la opinión que de los poetas tienen los medios.

Te das cuenta Alma, que nos cae como anillo al dedo, a todos los que no somos invisibles. Quizás te preguntes del por qué este texto, tan puntual, sabiendo que hay otros antes de llegar a él, con el tono original de Calzadilla, real, visual, llevándonos hacia la evidente encrucijada de cualquier sociedad, de su cualidad de enfrentarla, -ser o no ser- pensamiento artístico cruzando lo sensorial que desnuda la paradoja donde se funde el ser y la sociedad de todo ser creativo; digo creativo e intuitivo hacia una formación educada, ya que no creo en la inspiración y eso de la musa o cuando esté bipolar. Creo en el arte, porque lo siento, creo en la palabra porque es pensamiento, la observación y la crítica saludable de este gran lienzo blanco regenerativo hasta volverse polvo en una gaveta del infinito.

Se asume lo blanco cada día, se busca el acto de ir a buscarlo dentro de un bosque tan húmedo, tan resbaladizo, mojando las sombras de los poetas y sus obras, mientras pasan los años allí, no se mueven, es perseverancia o un llamar la atención por la contrapartida de Juan. La otra parte, publican narrativa, cuentos de mis amigos o de amigos de fulano de tal. Es fuerte lo que digo, es la realidad y no me digas que estoy sangrando por la herida, como sabes mi gaveta está vacía, sólo escribo textos y no estoy conforme.

El texto de Juan es realista, y agrego, las editoras no sólo son de ese pensar, la familia, los amigos y lo peor, cuando dicen “no entiendo". Vaya, eso sí es realmente, agrio perder el derecho de ser el otro, sin hacer el intento de visualizar un instante invisible de lo real visible de su espejo y no sombra de su hábito. Quizás, eso no les pasa a los lectores que nos lanzamos refugiando lo sensorial hasta volvernos seres leídos, esbozos de imágenes entre viaje y viaje. La lectura y sobre todo la de poesía es y será un viaje eterno y recuerdo lo que me decían mis maestros en la escuela de artes, lea poesía así fomenta su creatividad. Algo o mucho hay de cierto en ello.

Sólo reflexiono, Alma, mientras la lluvia está tocándome la puerta, el café está frío. Juan tiene ese don es un lector, él escucha, es un artista integral. Me despido, pero antes te dejo con otro texto: Escucha mi sonsonete

Se observa que a fuerza de constancia (y premiaciones) el poeta latinoamericano encontró el camino a la retórica. Ahora vive con ella bajo el mismo techo. Constantemente la oye endulzarle el oído: “Escucha mi sonsonete. No estoy sólo en tu escrito. Estoy en todo lo que haces. Y en todo lo que eres”.

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Realismo: Quiero que mis palabras me digan lo que sucede en el poema. No que tenga yo que adivinarlo.

Milagro Haack

Escrito para el Diario El Venezolano. Viernes 09 de diciembre de 2010. En mi columna: Recados menores.